La reciente reforma del sistema jubilatorio aprobada por el Senado encendió señales de alarma en el sector de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), que advierten que la nueva normativa elimina una herramienta que hasta ahora era clave para el financiamiento del capital de trabajo. Según señala Infobae, la medida legislativa impide el uso del saldo a favor en aportes previsionales para compensar otras obligaciones fiscales, una práctica habitual en el sector.
Las PyMEs solían utilizar estos saldos como una especie de crédito fiscal interno, que les permitía mejorar su flujo de caja en contextos de baja rentabilidad o estacionalidad en las ventas. Con la reforma, este mecanismo queda cancelado, obligando a las empresas a pagar todas sus cargas sin posibilidad de compensación inmediata.
Dirigentes empresariales de cámaras sectoriales expresaron su preocupación y pidieron una revisión del articulado, al considerar que la medida afecta particularmente a las firmas más chicas, que no tienen acceso al financiamiento bancario tradicional. “Esto nos deja sin una de las pocas válvulas de oxígeno que teníamos para sobrevivir en un contexto recesivo”, aseguró el titular de una federación industrial regional.
El Ministerio de Economía defendió la reforma como parte del esfuerzo por transparentar el sistema previsional y evitar distorsiones en la recaudación. Sin embargo, reconoció que se estudiará la posibilidad de implementar medidas compensatorias específicas para el universo PyME, que representa más del 60% del empleo privado registrado en Argentina.
La norma también introduce cambios en la edad jubilatoria y en la fórmula de cálculo de haberes, pero es el capítulo referido a los mecanismos de compensación el que generó más rechazo en el sector empresarial. Algunas entidades presentarán recursos judiciales si no se habilita una vía administrativa para mitigar el impacto.
El contexto económico agrava el problema. Con ventas estancadas, aumento de costos y caída del crédito, muchas PyMEs funcionan al límite de su capacidad operativa. La eliminación del mecanismo de compensación se traduce, en muchos casos, en atrasos en pagos o directamente en el cierre de operaciones.
Economistas especializados advierten que, aunque el ordenamiento del sistema previsional es necesario, la implementación de los cambios debe considerar las asimetrías entre grandes y pequeñas empresas. “Una regla general puede generar daños si no se adapta a la realidad del que la recibe”, explican.
Por el momento, la reforma sigue vigente, pero los reclamos crecen. Las PyMEs, uno de los sectores más golpeados por la actual coyuntura, vuelven a quedar en el centro de la discusión sobre cómo hacer equilibrio entre ajuste fiscal y sostenimiento de la actividad económica.