La Confederación General del Trabajo (CGT) confirmó que organizará una nueva jornada de protesta contra el gobierno de Javier Milei en las próximas semanas, en rechazo a las políticas de ajuste económico y al avance de la reforma laboral que impulsa el oficialismo. En paralelo, la central sindical también evalúa su posible participación en las elecciones de 2025, aunque con reservas frente a la oferta del gobernador bonaerense Axel Kicillof.
Según reporta Infobae, en las últimas reuniones de la conducción de la CGT se consolidó la decisión de convocar a una marcha que visibilice el malestar creciente de los gremios frente al congelamiento salarial, la flexibilización de derechos laborales y el deterioro de las condiciones de trabajo en sectores clave como salud, transporte y educación.

La protesta buscará mostrar una imagen de unidad entre las distintas líneas sindicales, aunque hacia adentro aún persisten tensiones sobre la estrategia política a seguir. En ese marco, Kicillof habría ofrecido a algunos sectores de la CGT participar en las listas del Frente Renovador Federal, con candidaturas en distritos del conurbano. Sin embargo, el ofrecimiento fue considerado insuficiente por varios dirigentes gremiales.
“No nos alcanza con tres bancas. Si quieren que pongamos el cuerpo, tienen que darnos un lugar real en la construcción política”, expresó un referente de los gremios del transporte citado por el medio. La CGT pretende tener voz propia en el diseño del futuro armado opositor, especialmente si se confirma que Milei buscará la reelección o que La Libertad Avanza refuerce su mayoría parlamentaria.
Por otro lado, dentro de la CGT también crecen las diferencias entre los sectores que prefieren mantener un perfil combativo y los que apuestan a un acuerdo institucional con el gobierno para moderar las reformas. La tensión interna quedó reflejada en las últimas semanas, cuando algunos gremios evitaron participar de paros generales, mientras otros intensificaron sus medidas de fuerza.
La relación entre el sindicalismo y el peronismo atraviesa un momento de redefinición. La CGT busca recuperar protagonismo político en un escenario fragmentado y con actores emergentes que disputan representación en los sectores populares. La próxima protesta será un termómetro clave para medir la capacidad de convocatoria del sindicalismo tradicional y su influencia en la política que viene.