En un contexto de creciente tensión política en Argentina, el presidente Javier Milei recibió un nuevo respaldo internacional por parte del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. El líder republicano manifestó su apoyo a través de un mensaje que refuerza su sintonía ideológica con el mandatario argentino. Esta declaración de respaldo llega en un momento sensible, marcado por el conflicto entre el Poder Ejecutivo y la vicepresidenta Victoria Villarruel, que se traduce en fricciones abiertas en el Congreso.
Según informó Infobae, la Casa Blanca también sigue de cerca la evolución política en Argentina. Aunque el gobierno de Joe Biden no emitió un comunicado formal sobre la situación, fuentes diplomáticas señalaron que el Departamento de Estado monitorea con preocupación el devenir de la interna oficialista, especialmente tras la fallida sesión en el Senado que desató una crisis institucional con derivaciones económicas.
El respaldo de Trump cobra relevancia no sólo por su peso político dentro del Partido Republicano, sino porque Milei ha cultivado una relación estrecha con el entorno trumpista desde su campaña. Ambos comparten una narrativa común de rechazo al establishment, elogio al libre mercado y desdén hacia las estructuras multilaterales tradicionales. El presidente argentino también ha mostrado señales de acercamiento a sectores republicanos que podrían volver al poder en Estados Unidos tras las próximas elecciones.
En paralelo, el vínculo con la administración Biden continúa siendo protocolar pero frío. En Washington, algunos analistas interpretan el respaldo de Trump como una maniobra para reforzar su liderazgo ideológico a nivel regional, mientras otros consideran que es parte de su estrategia de influencia sobre países latinoamericanos en disputa con China o actores del progresismo continental.
La situación política interna en Argentina, particularmente la relación cada vez más tirante entre Milei y Villarruel, preocupa también a los mercados financieros y a los aliados internacionales. La inestabilidad institucional podría condicionar el respaldo político que Argentina necesita para avanzar con reformas económicas profundas o para conseguir financiamiento externo en organismos multilaterales.
Mientras tanto, el respaldo de Trump ofrece a Milei una legitimidad simbólica dentro de un marco ideológico global, pero no garantiza soluciones concretas en el corto plazo frente a los desafíos internos. El presidente argentino continúa así una apuesta por el alineamiento con figuras disruptivas del orden internacional, aun a costa de tensiones diplomáticas con el gobierno estadounidense actual.